Feliz jueves a todos, parece que los entrenamientos están dando sus frutos y las malas sensaciones de finales de agosto, han dejado paso a otras mucho más positivas, que me hacen disfrutar al máximo de cada rodaje y dar cumplida cuenta de mis objetivos en carrera. Otra clave de mi buen momento, es que las molestias que venía arrastrando durante el transcurso del verano, en el piramidal y en los abductores, parece que van remitiendo y ahora corro, prácticamente sin dolor alguno. Todas estas circunstancias favorables, se reflejaron el domingo, en la media maratón de Valladolid, donde me divertí como hacía tiempo:
Salimos de Venta de Baños a las 8:15 Nel, Adrián y yo; poco antes de las 9 estábamos en el parking de la estación de Campo Grande, donde me bajé yo solo para recoger el dorsal, ya que a la famila Santos se los entregaría su amigo Jose Manuel, de Rueda, posteriormente.
Después de esperar una cola considerable, al llegar al mostrador, la persona que estaba entregando los dorsales, me dice que no aparezco en la relación de inscritos y me remite a un tablón situado a escasos metros donde estaban las listas oficiales. Repaso la lista y efectivamente, mi nombre no aparecía; enseguida me di cuenta de donde podía venir el error: este año, a la vez que la media, se disputaba la primera edición de la legua, que compartía horario y parte del recorrido. Desafortunadamente, mis sospechas estaban fundadas y mi nombre aparecía por error junto al de los inscritos en la legua. Vuelta a la cola, otros cinco minutos de espera y explícale la situación al paisano del mostrador, que encima estaba un poco disperso, por decirlo suavemente. Con un poco de paciencia y el justificante del pago de la inscripción, donde ponía claramente la cantidad abonada y la distancia de la prueba, el paisano disperso comprendió finalmente el transfondo de mi solicitud. Me dijo que tenía que correr con el dorsal de la legua, pero que no me preocupara, porque él personalmente se encargaría de hacer los cambios pertinentes en el sistema de cronometraje para incluir mi chip en la relación de los participantes en la media. Desde ese momento supe que me iban a descalificar en cuanto se bifurcaran las dos carreras; resignado cojí el dorsal ,me despedí del paisano disperso, agradeciéndole su inestimable ayuda y me dirigí hacia el coche para cambiarme, ya que iba con el tiempo justo con tanta burocracia. En un abrir y cerrar de ojos estaba junto a mis compañeros listo para la acción. Ellos ya estaban calentando y a la espera de su amigo Jose Manuel, que como dije antes tenía sus dorsales. Éste llegó un poco apurado, aunque finalmente a las diez menos cuarto estábamos camino de la salida. En ese trayecto nos encontramos con David Nieto, Rodri y su cuñado Felix y los siete en animada charla nos fuimos acoplando como pudimos dentro del tumulto. Por segunda carrera consecutiva, la temperatura era la idonea para la práctica del atletismo, unos 15º (creo que el cenizo era Romo, que no ha corrido en ninguna de las dos). A la que me despisto un segundo charlando con Nieto, Nel y Adrián se han adelantado unas cuantas filas; una vez más, tendré unos primeros metros complicados y esto me lleva a la siguiente reflexión,-creo no equivocarme, si digo que debo de estar entre los dos o tres tíos más torpes de la comunidad autónoma de Castilla y León, en lo que a la colocación en las salidas se refiere-. Mientras estaba inmerso en ese tipo de pensamientos "autoflagelantes" oigo el disparo y noto como la multitud comienza a moverse lentamente. Como ya soy un experto en estas lides, comienzo a rebasar a gente a diestro y siniestro, serpenteando mi cuerpo cual anguila entre los guantes y en apenas 200 metros, ya estoy corriendo con normalidad. Con la inercia de la salida los primeros parciales son rapidísimos, paso por el dos en 7:45. Nieto también ha conseguido salir del embrollo y corre a mi par hasta el cuatro; unos metros por delante tenemos la inconfundible figura de Nel al que vamos recortando terreno paulatinamente. Antes de llegar al cinco y a punto de enganchar con Manolo, giro la cabeza hacia atrás y Nieto ya no está, así que subo un poco el ritmo para enlazar definitivamente con Nel. Al paso por el cinco es donde se bifurcan las dos carreras y aquí es donde los jueces de la prueba y los organizadores, al ver mi dorsal,como me temía, empiezan a increparme por no desviarme hacia la meta de la legua. Durante unos cientos de metros, mando a algunos a tomar por donde amargan los pepinos, a otros les invito a que si tienen redaños me cojan y me saquen de la prueba y a otros simplemente les ignoro, que es lo que me aconseja Nel y que al fin y a la postre fue más efectivo que los "dioses" y otros improperios que salieron por mi boca anteriormente. Una vez alejados de la zona conflictiva es donde comienza la verdadera carrera; Manolo va marcando el ritmo, demasiado alegre para mi gusto; me lleva con el gancho durante los kilómetros centrales de la prueba, marcando parciales que oscilaban entre 4:00 y 4:10. Son mis peores momentos, porque también empiezo a notar una leve molestia en la cadera que hace que me surjan dudas. Estas dudas hacen que mi ritmo decaiga y pierda un par de metros con respecto al grupo. Por un momento pensé en ceder y tomarme el resto de la carrera con más tranquilidad, de echo le dije a Nel que si tenía fuerzas tirara, pero mientras sopesaba la decisión, las molestias comenzaron a remitir, lo que me dio alas para volver a su lado y continuar la carrera con renovadas fuerzas. Éste echo coincidió con el paso por el dieciséis y con la llegada al grupo de Jose Manuel, que venía sobrado dando ánimos a todo el mundo y explicaciones a Nel sobre la situación de sus rivales en la lucha por el primer puesto de su categoría. En el diecisiete comienza lo más duro de la prueba, el último paso por la subida hacia "San Pablo", la universidad y "la antigua", zona con tramos adoquinados que unidos al desnivel se convierte en un auténtico rompepiernas. Sorprendentemente afronto este último tramo con muy buenas sensaciones, justo en el instante en el que Nel empieza a dar muestras de cansancio. Los ritmos suben a 4:20, Jose Manuel y yo vamos arropándole y dándole ánimos para que no se hunda. En el veinte alcanzamos y rebasamos a la segunda mujer de la prueba, Lucía, de corriendo por Palencia, todo una campeona; lo que nos da una buena inyección de moral para afrontar el último kilómetro. Echo cuentas y veo que por muy mal que hagamos el último parcial, vamos a bajar holgadamente de 1h 30m; con el objetivo más que cumplido, me relajo y disfruto como un enano de los últimos metros, que transcurren por un abarrotado paseo de Recoletos.
1:28:28 puesto 190 de 1800. Aunque gracias al paisano disperso no quedará reflejado en la clasificación, porque finalmente y como predije, fui descalificado (ya he puesto la correspondiente reclamación)
Al final Nel acabó primero en su categoría, es admirable, porque con 63 años tiene una ilusión tremenda por competir y disfrutar de todo lo que rodea al mundo del running. Mientras recuperabamos el aliento en la meta, sólo tenía palabras de agradecimiento hacia Jose Manuel y hacia mi, por los ánimos recibidos y por acompañarle hasta el final.
Como de casta le viene al galgo, Adrián se marcó una carrera tremenda, parando el crono en 1:25:30, impresionante para la altura de la temporada en la que nos encontramos. Al igual que Nieto que estuvo a punto de bajar de 1h30. Felix entró en 1h34 y Rodri en 1h36, los cuñados siempre cumplen. Desde aquí, felictar también a Gustavo Diago, que completó con éxito su segunada media maratón; grande tío Gus.
Salimos de Venta de Baños a las 8:15 Nel, Adrián y yo; poco antes de las 9 estábamos en el parking de la estación de Campo Grande, donde me bajé yo solo para recoger el dorsal, ya que a la famila Santos se los entregaría su amigo Jose Manuel, de Rueda, posteriormente.
Después de esperar una cola considerable, al llegar al mostrador, la persona que estaba entregando los dorsales, me dice que no aparezco en la relación de inscritos y me remite a un tablón situado a escasos metros donde estaban las listas oficiales. Repaso la lista y efectivamente, mi nombre no aparecía; enseguida me di cuenta de donde podía venir el error: este año, a la vez que la media, se disputaba la primera edición de la legua, que compartía horario y parte del recorrido. Desafortunadamente, mis sospechas estaban fundadas y mi nombre aparecía por error junto al de los inscritos en la legua. Vuelta a la cola, otros cinco minutos de espera y explícale la situación al paisano del mostrador, que encima estaba un poco disperso, por decirlo suavemente. Con un poco de paciencia y el justificante del pago de la inscripción, donde ponía claramente la cantidad abonada y la distancia de la prueba, el paisano disperso comprendió finalmente el transfondo de mi solicitud. Me dijo que tenía que correr con el dorsal de la legua, pero que no me preocupara, porque él personalmente se encargaría de hacer los cambios pertinentes en el sistema de cronometraje para incluir mi chip en la relación de los participantes en la media. Desde ese momento supe que me iban a descalificar en cuanto se bifurcaran las dos carreras; resignado cojí el dorsal ,me despedí del paisano disperso, agradeciéndole su inestimable ayuda y me dirigí hacia el coche para cambiarme, ya que iba con el tiempo justo con tanta burocracia. En un abrir y cerrar de ojos estaba junto a mis compañeros listo para la acción. Ellos ya estaban calentando y a la espera de su amigo Jose Manuel, que como dije antes tenía sus dorsales. Éste llegó un poco apurado, aunque finalmente a las diez menos cuarto estábamos camino de la salida. En ese trayecto nos encontramos con David Nieto, Rodri y su cuñado Felix y los siete en animada charla nos fuimos acoplando como pudimos dentro del tumulto. Por segunda carrera consecutiva, la temperatura era la idonea para la práctica del atletismo, unos 15º (creo que el cenizo era Romo, que no ha corrido en ninguna de las dos). A la que me despisto un segundo charlando con Nieto, Nel y Adrián se han adelantado unas cuantas filas; una vez más, tendré unos primeros metros complicados y esto me lleva a la siguiente reflexión,-creo no equivocarme, si digo que debo de estar entre los dos o tres tíos más torpes de la comunidad autónoma de Castilla y León, en lo que a la colocación en las salidas se refiere-. Mientras estaba inmerso en ese tipo de pensamientos "autoflagelantes" oigo el disparo y noto como la multitud comienza a moverse lentamente. Como ya soy un experto en estas lides, comienzo a rebasar a gente a diestro y siniestro, serpenteando mi cuerpo cual anguila entre los guantes y en apenas 200 metros, ya estoy corriendo con normalidad. Con la inercia de la salida los primeros parciales son rapidísimos, paso por el dos en 7:45. Nieto también ha conseguido salir del embrollo y corre a mi par hasta el cuatro; unos metros por delante tenemos la inconfundible figura de Nel al que vamos recortando terreno paulatinamente. Antes de llegar al cinco y a punto de enganchar con Manolo, giro la cabeza hacia atrás y Nieto ya no está, así que subo un poco el ritmo para enlazar definitivamente con Nel. Al paso por el cinco es donde se bifurcan las dos carreras y aquí es donde los jueces de la prueba y los organizadores, al ver mi dorsal,como me temía, empiezan a increparme por no desviarme hacia la meta de la legua. Durante unos cientos de metros, mando a algunos a tomar por donde amargan los pepinos, a otros les invito a que si tienen redaños me cojan y me saquen de la prueba y a otros simplemente les ignoro, que es lo que me aconseja Nel y que al fin y a la postre fue más efectivo que los "dioses" y otros improperios que salieron por mi boca anteriormente. Una vez alejados de la zona conflictiva es donde comienza la verdadera carrera; Manolo va marcando el ritmo, demasiado alegre para mi gusto; me lleva con el gancho durante los kilómetros centrales de la prueba, marcando parciales que oscilaban entre 4:00 y 4:10. Son mis peores momentos, porque también empiezo a notar una leve molestia en la cadera que hace que me surjan dudas. Estas dudas hacen que mi ritmo decaiga y pierda un par de metros con respecto al grupo. Por un momento pensé en ceder y tomarme el resto de la carrera con más tranquilidad, de echo le dije a Nel que si tenía fuerzas tirara, pero mientras sopesaba la decisión, las molestias comenzaron a remitir, lo que me dio alas para volver a su lado y continuar la carrera con renovadas fuerzas. Éste echo coincidió con el paso por el dieciséis y con la llegada al grupo de Jose Manuel, que venía sobrado dando ánimos a todo el mundo y explicaciones a Nel sobre la situación de sus rivales en la lucha por el primer puesto de su categoría. En el diecisiete comienza lo más duro de la prueba, el último paso por la subida hacia "San Pablo", la universidad y "la antigua", zona con tramos adoquinados que unidos al desnivel se convierte en un auténtico rompepiernas. Sorprendentemente afronto este último tramo con muy buenas sensaciones, justo en el instante en el que Nel empieza a dar muestras de cansancio. Los ritmos suben a 4:20, Jose Manuel y yo vamos arropándole y dándole ánimos para que no se hunda. En el veinte alcanzamos y rebasamos a la segunda mujer de la prueba, Lucía, de corriendo por Palencia, todo una campeona; lo que nos da una buena inyección de moral para afrontar el último kilómetro. Echo cuentas y veo que por muy mal que hagamos el último parcial, vamos a bajar holgadamente de 1h 30m; con el objetivo más que cumplido, me relajo y disfruto como un enano de los últimos metros, que transcurren por un abarrotado paseo de Recoletos.
1:28:28 puesto 190 de 1800. Aunque gracias al paisano disperso no quedará reflejado en la clasificación, porque finalmente y como predije, fui descalificado (ya he puesto la correspondiente reclamación)
Al final Nel acabó primero en su categoría, es admirable, porque con 63 años tiene una ilusión tremenda por competir y disfrutar de todo lo que rodea al mundo del running. Mientras recuperabamos el aliento en la meta, sólo tenía palabras de agradecimiento hacia Jose Manuel y hacia mi, por los ánimos recibidos y por acompañarle hasta el final.
Como de casta le viene al galgo, Adrián se marcó una carrera tremenda, parando el crono en 1:25:30, impresionante para la altura de la temporada en la que nos encontramos. Al igual que Nieto que estuvo a punto de bajar de 1h30. Felix entró en 1h34 y Rodri en 1h36, los cuñados siempre cumplen. Desde aquí, felictar también a Gustavo Diago, que completó con éxito su segunada media maratón; grande tío Gus.
De la carrera y de la organización decir que tienen un potencial enorme, pero se quedan a medias, tanto en el recorrido (repetitivo, son tres vueltas), como en la afluencia de público y sobre todo, en el trato al corredor, me faltaron cosas tan sencillas, como que te atiendan con amabilidad y una sonrisa. A pesar de estos pequeños detalles y el episodio con el paisano disperso, me llevo un gran recuerdo de esta prueba, seguro que volveré.
Próxima parada, media maratón Babilafuente - Salamanca, 29/09/13
con la sección runner de los mochilones. Ese mismo día se acabará mi periodo de abstinencia y volveré a tomar alguna que otra birra.
Un saludo a todos los viciosos del running.
Próxima parada, media maratón Babilafuente - Salamanca, 29/09/13
con la sección runner de los mochilones. Ese mismo día se acabará mi periodo de abstinencia y volveré a tomar alguna que otra birra.
Un saludo a todos los viciosos del running.
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